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Peces adorables y tóxicos

9 de enero de 2021



Es probable que estas navidades hayas visto más de una película de dibujos animados, y es muy probable que hayas visto una protagonizada por peces en la que aparece un personaje olvidadizo de color azul. Este adorable personaje, es Dory, ella es un pez cirujano (Paracanthurus hepatus), que además de bonito es tóxico.



Su nombre se debe a que posee unos pedúnculos caudales con los que puede defenderse y en los que presenta biotoxinas. Además, el propio pez puede vehícular ciguatotoxina.





Algunos peces son productores de biotoxinas y/o pueden actuar como vehículo de las mismas. La intoxicación puede producirse por dos métodos distintos:



  • Acantotoxismos: la intoxicación se produce por la manipulación de especies venenosas que tienen mordeduras tóxicas (odontotoxismos) como las morenas o que presentan la toxina en órganos externos distintos a los dientes (acantotoxismos).
  • Ictiotoxismos: la intoxicación se produce por la ingestión de pescado con biotoxinas. Las biotoxinas se clasifican como:
    • Ictiohemotoxinas: la toxina se localiza en la sangre.
    • Ictiootoxinas: la toxina se localiza en las gónadas y huevas.
    • Ictiosarcotoxinas: la toxina se localiza en los músculos, vísceras, piel y mucus.


Las acantotoxinas suelen ser termolábiles, por lo que la toxina se destruye con la cocción. Algunos ejemplos de peces acantotoxicos son el pez cirujano o las rayas, que poseen en la cola una espina larga dentada que produce desgarros (imagen 1) y donde se encuentra el aparato secretor de toxinas. Otras especies más comunes son el pez araña o faneca brava (imagen 2), la cual tiene radios espinosos en la aleta dorsal por donde vehiculan la toxina.



Imagen 1: Raya (Dasyatis brevicaudata) en la que podemos observar la espina toxica.Fuente: Dr Tony Ayling – Guide to the Sea Fishes of New Zealand, CC BY-SA 1.0


Imagen 2: Pez araña (Trachinus draco .Fuente: Tomasz Sienicki – Photographed by Tomasz Sienicki, CC BY 1.0,


La toxina al penetrar en la herida provoca eritema, dolor en el punto de inyección e inflamación perifocal. Lavar la zona con agua caliente alivia los síntomas.



Las ictiotoxinas presentan mayor variabilidad, las ictiohemotoxinas son termolábiles y están presentes en especies como lampreas, anguilas y morenas. Las ictiootoxinas también son termolábiles y están presentes en especies de agua dulce. Las ictiosarcotoxinas ocasionan cuadros de enfermedad más graves y son resistentes al calor, las especies asociadas son peces de aguas templadas y tropicales. Además, estas toxinas se acumulan a lo largo de la cadena alimentaria y también afectan a moluscos y crustáceos.



El origen de las ictiotoxinas puede ser intríseco o extrínseco:

  • Intrínseco: el pez es permanentemente tóxico, la biotoxina está presente de forma natural.
  • Extrínseco: la toxicidad del pez es esporádica, depende de distintos factores ambientales, ecológicos, alimentarios,etc. Como por ejemplo, que el animal ingiera plantas tóxicas o que no sean tóxicas, pero al metabolizarse originan sustancias tóxicas.


Una de las ictiosarcotoxinas intrínsecas más conocidas es la Tetrodotoxina presente en el pez globo o fugu (imagen 3). Es un pez de aguas templadas y tropicales cuya ingestión de gonadas, hígado e intestinos causa síntomas neurológicos (afonia, hormigueo, incordinación motora, etc).



Imagen 3: Pez globo (familia Tetraodontidae) Fuente: jim-Flickr: Little Fugu-CC BY-SA 2.0.


El congrio (imagen 4) posee una ictiohemotoxina termosensible con efecto anticoagulante y hemolítico que produce cuadros de náuseas, vómitos, malestar, urticaria, etc, que puede llegar a causar la muerte. Los animales anguiliformes como las morenas (imagen 5), congrios o anguilas poseen esta toxina, pero no supone un peligro, puesto que solo afecta con el consumo en crudo y se elimina con el cocinado del pescado.



Imagen 4: Congrio (Conger conger) Fuente:Foundling-Own work, CC BY-SA 3.0.


Imagen 5: Morena (Muraena helena) Fuente:tato grasso-Own work (personal work), CC BY-SA 3.0.


Los peces de agua dulce como esturiones, carpas o truchas son los principales productores de ictiootoxinas. La intoxicación se produce por la ingestión de huevas y produce cuadros de tipo gastrointestinal que pueden agravarse, pudiendo ser fatales si hay una gran cantidad de ingestión de huevas. Una de las especies que puede ser ovotóxica (imagen 6) es el esturión común o marión que vive en las aguas del mediterráneo y se reproduce en aguas dulces.

La mayoría de estas toxinas no se destruyen con la cocción, por eso es recomendable evitar el consumo de huevas en épocas reproductivas de peces de Europa y Asia, sobre todo de especies no conocidas.



Imagen 6: Esturión común (Acipenser sturion) Fuente:Aah-Yeah – Flickr: Stör Sturgeon, CC BY 2.0.


Los ictiosarcotoxismos extrínsecos son los más conocidos y de los más peligrosos, entre ellos se encuentra la intoxicación por ciguatera o la histaminosis producida por el consumo de escombridos (imagen 7).



La intoxicación por histamina suele ocurrir por la ingestión de pescado azul no muy fresco. La histamina se produce por la degradación del aminoácido histidina debido a la acción bacteriana durante el proceso de descomposición. Es importante unas buenas prácticas de higiene en la manipulación del pescado y mantener la cadena de frío para evitar la formación de histamina. Esta toxina no se destruye ni con el calor ni la congelación, una vez formada no se elimina y además no se detecta organolépticamente. Origina cuadros que pueden ser desde leves (vómitos, diarrea, dolor abdominal, etc) a graves o mortales (edema, shock anafiláctico).



Imagen 7: Atún blanco, albacora o bonito del norte (Thunnus alalunga) Fuente:Unknown author – NOAA FishWatch, Public Domain.


Por último y no menos importante, tenemos la ciguatera, producida por la ciguatotoxina o la maitoxina. Son toxinas muy resistentes al calor, la congelación e incluso a los jugos gástricos. Su origen no es bien conocido, pero está presente en peces y moluscos de aguas cálidas poco profundas y cerca de arrecifes tropicales y subtropicales, sobre todo de América central y del Sur. Se cree que se produce por el tipo de alimentación de los peces al ingerir vegetales, dinoflagelados, protozoos, etc.

Produce un cuadro neurológico que empieza con síntomas digestivos y continua con hormigueo, quemazón en la boca, y puede resultar en una parálisis respiratoria que cause la muerte. La principal medida de prevención es la no ingestión de especies ciguatotóxicas (imagen 8 e imagen 9) de mediano y tamaño grande. En las zonas marinas donde aparecen brotes, estos permanecen tóxicos hasta 8 años.



Imagen 8: Barracuda. Fuente: Dominio público.


Imagen 9: Jurel negro o Tiñosa (Caranx lugubris).Fuente:NOAA Photo Library – corl0193, CC BY 2.0.


El conocimiento de este tipo de intoxicaciones es importante, ya que es un riesgo emergente en nuestro país y muy común en zonas endémicas.

Muchas de las intoxicaciones más peligrosas están asociadas a peces tropicales de aguas cálidas, pero algunas especies ya llegan a aguas más templadas y es posible su presencia en cualquier parte del mundo debido al turismo y la globalización del mercado pesquero. Además, muchas de las bitoxinas son termorresistentes y se mantienen activas en tratamientos de congelación y refrigeración.



A pesar de lo que se pueda pensar, no son casos aislados, como podemos observar en esta noticia del diario 20 minutos que muestra varios brotes de histaminosis en el año 2016 por consumo de pescado.







No puedo terminar sin mencionar los mitilotoxismos producidos por la saxitoxina, que es una toxina paralizante (PSP) que se encuentra en moluscos bivalvos. Estos son ictiosarcotoxismos importantes de los cuales hablaré en un proximo post.







Fuentes:

  • Cazorla, D., Loyo, J., Lugo, L., et al. Aspectos clínicos, epidemiológicos y de tratamiento de 10 casos de envenenamiento por raya marina. Rev Invest Clin. 2009;61(1):11-17.
  • Fernandez, F., Moreno, L., y Sorinao, O. Fauna venenosa acuática. Ministerio de Defensa: Madrid, 2012.
  • Fraga, S. et al. Gambierdiscus excentricus sp. nov. (Dinophyceae), a benthic toxic dinoflagellate from the Canary Islands. Harmf. Algae 11:10-22 (2011).
  • Marine Biotoxins. FAO, Roma, 2004. Disponible en: http://www.fao.org/3/y5486e/y5486e00.htm#Contents
  • Martínez, M., Frías, A., Banegas, P.O., Domínguez, M.H., Portero, R.C., & Pezzi, G. (2012). Brotes de intoxicación alimentaria por biotoxinas marinas debidos al consumo de pescado y marisco en España. 2003-2006.
  • Olsen, DA. et al. Ciguatera in the Eastern Caribbean. Mar. Fish. Rev. 46:13-18 (1984).
  • Ros, G., Periago, MJ., y Martínez, C. Fuentes de peligros específicos para la salud humana de los productos de la pesca: Los ictiotoximos. Anales de RACVAO. 2004; 17: 139-146.
  • Yasumoto, T. et al. Finding of a dinoflagellate as a likely culprit of ciguatera. Bull. Jap. Soc. Sci. Fish. 43: 1021-1026 (1977).

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